Meta está formando un grupo secreto de expertos para desarrollar inteligencia artificial general
Meta quiere liderar el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial general (IAG) y, para lograrlo, está formando un equipo secreto integrado por decenas de especialistas que serán reclutados personalmente por Mark Zuckerberg, CEO de la compañía, según reveló Bloomberg News.
El reporte señala que la creación de esta nueva unidad, conocida internamente como el “grupo de superinteligencia”, responde a la creciente frustración de Zuckerberg por las limitaciones que Meta ha enfrentado en el ámbito de la inteligencia artificial (IA).
De acuerdo con fuentes citadas por Bloomberg, el director ejecutivo está convencido de que su empresa puede y debe superar a sus competidores en la creación de sistemas automáticos capaces de desempeñar cualquier tarea intelectual que realiza un ser humano, con igual o incluso mayor precisión y eficiencia. Este tipo de modelos tendría la capacidad de emitir juicios, comunicarse en lenguaje natural y aprender de su entorno de manera autónoma.
El objetivo de fondo es integrar algoritmos de esta clase en todo el ecosistema de productos y servicios de Meta, incluidas sus plataformas sociales, aplicaciones de mensajería, herramientas impulsadas por IA y dispositivos físicos, como las gafas inteligentes Ray-Ban Meta.
Según el informe, en las últimas semanas Zuckerberg ha sostenido reuniones con diversos ingenieros e investigadores con experiencia en el desarrollo de IA, con la intención de conformar un equipo de aproximadamente 50 personas que materialice su ambiciosa visión. Uno de los potenciales integrantes sería Alexandr Wang, fundador de Scale AI, una startup especializada en servicios de etiquetado y anotación de datos para el entrenamiento de modelos inteligentes.
Anteriormente, Bloomberg había reportado que Meta se encontraba en negociaciones para invertir más de 10,000 millones de dólares en Scale AI, lo que representaría la mayor financiación externa en la historia de la firma propietaria de Instagram y Facebook. Esta operación marcaría un giro estratégico, ya que hasta ahora la compañía había centrado sus esfuerzos en la investigación interna y en el desarrollo de modelos de código abierto para mejorar sus soluciones de IA.
Scale AI, que también presta servicios a Microsoft y OpenAI, fue valorada en alrededor de 14,000 millones de dólares en 2024, en una ronda de inversión en la que Meta participó como uno de los principales financiadores.
Crece el interés por la IAG
Hasta el momento, la empresa no ha confirmado ni desmentido la información difundida por Bloomberg. Sin embargo, no sería extraño que busque posicionarse como líder en el desarrollo de sistemas de IAG, considerando que sus principales competidores ya han mostrado avances significativos en ese campo.
En diciembre de 2024, OpenAI presentó los modelos o3 como un paso importante hacia la inteligencia artificial general. Este conjunto de algoritmos alcanzó una puntuación del 87.5% en la métrica ARC-AGI, una evaluación diseñada para medir la capacidad de los sistemas inteligentes de adquirir conocimiento por sí mismos, más allá de los datos empleados en su entrenamiento.
Meses atrás, Sam Altman, CEO de OpenAI, anticipó que esta tecnología, junto con otros algoritmos con capacidades avanzadas de razonamiento, formará parte de GPT-5, su próximo modelo insignia, el cual promete establecer un nuevo estándar en el sector.
Diversos especialistas coinciden en que el desarrollo de la IAG podría estar más cerca de lo previsto. Elon Musk, director de xAI, afirmó que la inteligencia artificial superará al intelecto humano entre finales de este año y principios de 2026. Por su parte, Demis Hassabis, cofundador de DeepMind (filial de Google), proyectó en febrero que estos sistemas avanzados podrían convertirse en una realidad hacia 2030, mientras que Jensen Huang, CEO de Nvidia, estima que el próximo gran salto en IA ocurrirá en los próximos cinco años.
A pesar de estas proyecciones, aún no existe evidencia concreta de que algún sistema de IAG haya sido desarrollado. De hecho, ciertos expertos se muestran escépticos respecto a la posibilidad de alcanzar una inteligencia artificial general como la imaginan los más optimistas. Argumentan que la fluidez verbal de un chatbot o su capacidad para resolver problemas mediante datos y lenguaje no constituye prueba de una estructura mental similar a la humana. Desde su perspectiva, la IAG es más una cuestión filosófica que científica, ya que ni siquiera hay consenso sobre cómo definir con precisión dicha etapa del desarrollo en inteligencia artificial.
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