Las herramientas de IA baratas podrían dar un golpe muy caro a la economía
Decagon, una startup de San Francisco que vende un chatbot de atención al cliente utilizado por minoristas y empresas tecnológicas, cobra un dólar o menos por conversación, aproximadamente la mitad de lo que cuesta un agente humano. En algunos casos, el chatbot puede ser más eficaz que una persona, pero Decagon cree que sus clientes no estarían dispuestos a pagar más por él. «La razón para invertir en IA es la eficiencia. Tiene que ser más barato que el trabajo humano. Ese es, en cierto modo, el punto de la tecnología», afirma el CEO Jesse Zhang.
Zhang declara a WIRED que su empresa gana dinero con cada conversación individual, excluyendo ciertos gastos generales, pero se negó a comentar sobre la rentabilidad global de la startup. Con 100 millones de dólares recaudados de capitalistas de riesgo como Andreessen Horowitz y Accel, Decagon tiene la flexibilidad para priorizar el crecimiento sobre la rentabilidad. «¿Podríamos cobrar más? Siempre queda el ‘¿y si…?’. Pero, en general, estamos bastante contentos ahora mismo».
«Muy baratos»
Erica Brescia, directora general de la firma de inversión Redpoint Ventures, tuvo una epifanía sobre los precios de los agentes de IA el mes pasado. El precio de 250 dólares del nuevo plan AI Ultra de Google la sorprendió. «Todo esto es muy barato. Es desproporcionado al valor que la gente está obteniendo». Pensó que un precio al menos el doble tendría más sentido. Esa misma semana, el CEO de Nvidia, Jensen Huang, declaró a Stratechery que contrataría a un agente de IA por 100,000 dólares al año «en un santiamén».
Anteriormente, Brescia fue directora de operaciones de GitHub, donde ayudó a establecer el listón de los precios de la IA. El asistente de codificación Copilot comenzó costando 10 dólares al mes en 2022, meses antes del debut de ChatGPT. GitHub apostó por un precio que atrajera a una masa crítica de usuarios. El objetivo era recopilar datos para mejorar el servicio, y a su empresa matriz, Microsoft, no le importó asumir pérdidas con tal de lograrlo. En realidad, un precio 100 veces superior reflejaría mejor el valor que Copilot aporta a los desarrolladores, estima Brescia. El actual director de operaciones de GitHub, Kyle Daigle, explica a WIRED que el objetivo de la empresa es apoyar a los desarrolladores, no sustituirlos, y que «el precio refleja el compromiso de democratizar el acceso a herramientas potentes».
Actualmente, Copilot cuesta 21 dólares al mes. Otras herramientas similares han seguido el ejemplo, como Zed, que ha recibido 12.5 millones de dólares de financiación de Redpoint y otros. En mayo, la empresa comenzó a cobrar un mínimo de 20 dólares al mes por un editor de código asistido por IA, desarrollado desde cero.
Nathan Sobo, CEO de Zed, espera que las empresas de IA cobren más con el tiempo, ya que los modelos de precios actuales no son sostenibles. Pero, en relación con el trabajo humano, quiere que los agentes sigan siendo asequibles, para que cualquiera pueda utilizarlos para potenciar su trabajo, desarrollar mejor software y crear nuevos empleos. «Quiero disponer de toda la inteligencia posible al menor coste posible. Y para mí, eso incluye a un ingeniero junior que utilice esta tecnología, idealmente al menor costo posible», afirma Sobo.
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