La IA gana con la reforma fiscal de Trump, pero su futuro energético está en duda
La reforma fiscal conocida como “One Big, Beautiful Bill” (BBB), impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue aprobada por el Senado este martes. Analistas advierten que, si el ambicioso proyecto recibe el visto bueno definitivo de la Cámara de Representantes, sin modificaciones sustanciales, podría tener profundas implicaciones en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) dentro del mercado estadounidense.
En términos generales, la BBB amplía los recortes fiscales a grandes corporaciones y a individuos de altos ingresos, instaurados durante el primer mandato de Trump, en 2017. Además, deroga gran parte de los incentivos para las energías limpias promovidos por la administración de Joe Biden.
La iniciativa también contempla nuevas exenciones fiscales, mientras incrementa el presupuesto destinado al gasto militar y a la seguridad fronteriza. En contraste, ordena recortes considerables en programas sociales como asistencia alimentaria, becas educativas y servicios de salud pública.
Aumenta el gasto federal en IA
La primera versión de la ley incluía una moratoria que prohibía durante una década a los gobiernos estatales regular el desarrollo, comercialización y uso de modelos y productos basados en inteligencia artificial. Posteriormente, esa prohibición se redujo a cinco años, pero finalmente fue eliminada por completo en el texto aprobado por el Senado.
La eliminación de la moratoria fue interpretada como una derrota para los gigantes tecnológicos de Silicon Valley, que habían invertido significativos recursos en labores de cabildeo. No obstante, la BBB destina miles de millones de dólares a iniciativas relacionadas con la inteligencia artificial para reforzar la infraestructura y capacidades operativas de agencias clave en la administración Trump.
El documento mantiene la asignación de más de 6,000 millones de dólares para proyectos federales en IA, drones autónomos y ciberseguridad. En particular, el Departamento de Comercio recibirá 500 millones de dólares para sustituir los anticuados sistemas informáticos del gobierno federal por soluciones basadas en inteligencia artificial. El objetivo es mejorar la ciberseguridad estatal y desarrollar sistemas capaces de detectar amenazas de manera automatizada hacia el año 2034.
Por su parte, el Departamento de Defensa contará con 450 millones de dólares para desarrollar sistemas de IA y robots orientados a la construcción naval, mientras que otros 145 millones serán destinados a drones de ataque autónomos. El Comando Cibernético, responsable de la ciberguerra, aumentará su presupuesto en 250 millones para programas de inteligencia artificial, y otros 115 millones se canalizarán hacia la protección de plantas nucleares contra ciberataques.
La Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) recibirá más de 1,000 millones de dólares para implementar tecnologías de detección basadas en IA, aprendizaje automático y visión computacional. Asimismo, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) desarrollará herramientas avanzadas para la identificación de drogas en los cruces fronterizos.
El sector salud también se verá beneficiado con la adopción de estas tecnologías. El Departamento de Salud aplicará algoritmos de IA para reducir fraudes, errores y desperdicios en los programas Medicare y Medicaid, además de automatizar exámenes de detección y mejorar la eficiencia del gasto público en el sistema sanitario.
Con estas inversiones, diversas empresas tecnológicas, como OpenAI, Palantir y Meta, podrían ampliar los lucrativos acuerdos que ya mantienen con el gobierno federal. El mes pasado, la creadora de ChatGPT firmó un contrato por 200 millones de dólares con el Pentágono para desarrollar prototipos de inteligencia artificial con fines militares y empresariales, según informó la propia agencia.
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