El nuevo estándar profesional: aprender, pensar y construir con IA
Hace unos días, Tobi Lütke, CEO de Shopify, envió un memo a todo su equipo. No fue un anuncio más. Fue una especie de manifiesto para la era de la inteligencia artificial, un llamado claro, directo y –para quien quiera leer entre líneas– inevitable: usar IA no es opcional, es el nuevo estándar.
Tobi no habla de IA como una herramienta técnica, sino como una extensión del pensamiento. Un “thought partner”, un deep researcher, un crítico, tutor o par programador. La frase clave que resalta con fuerza es: “AI acts as a multiplier”. La inteligencia artificial no es simplemente eficiente. Es una tecnología multiplicadora. Nos permite abordar tareas antes impensables y lograr en minutos lo que antes requería días o semanas. Para una compañía como Shopify, donde ya trabajan personas tipo 10X, lo que estamos empezando a ver, dice Tobi, son personas 100X.
Este tipo de uso no es casual, ni ocurre mágicamente con el primer prompt. Tobi introduce el concepto de Reflexive AI, no como un proceso transaccional, donde das una orden y recibes un resultado, sino como una relación continua, iterativa, de aprendizaje activo. El valor surge en la medida que pensamos con IA, no solo que la usamos.
Esto se alinea con una práctica que se implementaba en Wizeline. En las entrevistas técnicas se realizaban ejercicios de pair programming y debugging, no para evaluar la solución final, sino para observar el proceso: cómo pensaban los candidatos, cómo verbalizaban sus decisiones, cómo colaboraban en tiempo real. Vale la pena preguntarse: ¿qué pasaría si incorporamos ahora el uso de IA en este tipo de ejercicios? ¿Qué pasaría si pidiéramos a una persona resolver un reto, no sola, sino colaborando con una IA? ¿Qué veríamos sobre su forma de pensar, explorar, razonar y aprender?
Shopify ya está moviéndose en esa dirección. Están incluyendo preguntas sobre uso de IA en las evaluaciones de desempeño y peer reviews. Pero la idea va más allá del control. Es una forma de institucionalizar el aprendizaje continuo, de normalizar la colaboración humano-IA y de convertirla en una competencia core. Como dice Tobi, “learning is self-directed, but share what you learned».
Esto plantea nuevas preguntas estratégicas para cualquier organización:
- ¿Estás entrenando a tu equipo para pensar con IA?
- ¿Estás documentando y compartiendo buenas prácticas?
- ¿Ya exploraste si realmente necesitas más personas, o si puedes amplificar al equipo con IA y agentes especializados?
- ¿Cómo se ve el emprendimiento o la innovación cuando IA está disponible para todos?
La inteligencia artificial no reemplaza la ambición, el criterio o la creatividad. Pero sí transforma la forma en que se expresan. Por eso, como lo deja claro el memo de Shopify, usar IA de forma efectiva no es una habilidad deseable, es un requerimiento profesional.
¿Y tú, cómo estás usando la IA?
El memo de Tobi no es solo para Shopify. Es una señal del cambio de época que vivimos, y plantea preguntas incómodas, pero urgentes: ¿estás usando la inteligencia artificial como una verdadera extensión de tu pensamiento, o solo como una herramienta transaccional más? ¿La estás integrando a tu flujo diario de trabajo, a tus procesos creativos, a tus decisiones estratégicas?
El efecto multiplicador de la IA no aparece por accidente. Se construye con curiosidad, con práctica deliberada, con una mentalidad reflexiva. Y empieza por algo muy simple: atreverte a pensar en grande con IA, todos los días, en las tareas pequeñas y en los desafíos más complejos.
Imagina por un momento que el CEO de tu empresa envía mañana un memo como el de Shopify: “El uso efectivo de la IA ya no es opcional. Es una expectativa profesional.” ¿Cómo responderías? ¿Qué cambiarías en tu día a día? ¿Qué podrías lograr si adoptaras esta mentalidad hoy?
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